viernes, 27 de diciembre de 2013

Creepypasta: Aprendiendo a contar



Lorena no era una niña miedosa, a pesar de tener solo cuatro años, el mudarse cerca de un cementerio no le producía incomodidad. Al contrario le parecía un lugar lindo, se veían desde su cuarto bella esculturas de Ángeles y querubines, todo cubierto por una fina capa de nieve, que al amanecer parecía elevarse copo por copo otra vez hasta el cielo. Los pajarillos picoteaban las bellas y coloridas flores… Entonces, ¿Porque la gente decía tantas cosas malas de los cementerios?… era algo muy difícil de comprender para la niña. A cualquier hora del día, se le podía ver subir las escaleras hasta su habitación donde la vista era mejor, y pasaba horas junto a la ventana observando. A los padres no les precia mal, pues siempre habían tratado de inculcarle el no temerle a nada, menos a un lugar donde tarde o temprano la mayoría va a parar.

No era así para las demás personas, que encontraban extraña la actitud de la pequeña, e inapropiada la atracción que sentía por aquel sitio que ellos consideraban tan sombrío. La abuela cada vez que venía de visita no hacía más que decir que aquello no era natural.

Poco tiempo después, la niña entró al preescolar, el primer día venia muy contenta, diciendo –Rojo,azul,amarillo… verde- cada vez que veía dichos colores, y le decía a mamá: -Hoy aprendí los colores-. Al siguiente día venía diciendo: –a,b,c,d… mamá hoy aprendí las letras- y al tercero vino diciendo los números. Cuando ya era la hora de dormir, ella estaba muy concentrada mirando por la ventana, diciendo: -1,2,3,4…-,-ya es hora de dormir- dijo su madre, -no puedo estoy contando- respondió la niña con cierta molestia –¿Y qué cuentas?- dijo la madre intrigada al verla apuntar con el dedo –La gente que sale de sus tumbas…- dijo tranquilamente mientras a su madre se le caía el corazón hasta el piso.

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